Versión en español abajo.
…there’s always laughter, you’ll find traces of love embedded in rays of colors and perfumes and exquisite shapes. Humility and a sense of caring fills the place from corner to corner. Not to forget the smiles that greet you, warms you up inside, both inviting and everlasting.
A charming couple takes good care and runs the garden center “Flower festival”, where I buy my plants. Not only for they are beautiful and handpicked amongst thousands with love, but because of the human essence that exist there. It adorns a sidewalk street right beside a crossroad and every week there’s a display of fresh flowers in every color and they, the couple, are there sitting amongst them enjoying life and waving goodbye to you as you pass by saying hello from your car.
How long have I dreamed of a place like that full of charm, taken out of a garden magazine! That adorns and refreshes the concrete sights of my growing community. Life is sold there in the form of plants, but it is much much more. It is a place where community is build, where not only something is being sold, but a conversation is born, advice is given on how to proper care for your plant and new friends are made. It’s human interaction, bonds that are created by them who remember your face every time you visit.
A way of life that crosses over to yours, a need filled not only for my longing, but for everyone belonging to this neighborhood.
Donde se vende vida…
…siempre hay sonrisas, siempre encontrarás el amor incrustado en rayos de colores y perfumes y formas exquisitas. La humildad y el sentido de cuidado llena el lugar de esquina a esquina, sin olvidar las sonrisas que te dan la bienvenida, te dan calor espiritual, ambas invitadoras y eternas.
Una amorosa pareja cuida y corre el centro de jardinería “Festival de Flores”, donde compro mis plantas. No solo porque son hermosas y escogidas entre miles con amor, sino por la esencia humana que allí existe. Éste decora la acera justo cerca de un cruce, y cada semana hay una exhibición de flores en todos los colores y ellos están allí sentados entre ellas, disfrutando de la vida y saludándote cuando pasas y dices hola desde tu auto.
¡Cuánto he soñado por un lugar como este lleno de carisma, que parece sacado de las páginas de una revista de jardinería! Que adorna y refresca la vista de concreto de mi comunidad en crecimiento. La vida se vende allí en la forma de plantas, pero es mucho más que eso. Es un lugar donde se hace comunidad, donde no solo se vende algo, sino que una conversación es creada, consejos sobre el cuidado de las plantas es dado. Es la interacción humana, los lazos que son creadas por ellos quienes recuerdan tu rostro cada vez que les visitas.
Una forma de vida que cruza a la tuya, una necesidad realizada no solo para mi anhelo, pero también para todos los que pertenecen a mi vecindario.