English version below!
Lo que haces, es un poema inspirado en un suceso que ocurrió de improviso y me lanzó a expresarme en versos para sacar de adentro lo que sentía. Palabras mudas que no podían ser habladas en aquel instante, pero que me atrevo a dar a conocer ahora. Es tan solo un desahogo interior, tan solo eso.
Si no he estado con ustedes un poco más a menudo, y espero que hayan disfrutado de la primera parte de ‘Los hijos de Oshmdwa’, es por trabajo. No, no me he incorporado al mundo laboral al que pertenecen muchos, incluyendo a mi amado Honey, sino al de la literatura. Recibí una grata noticia sobre el libro en el que estos momentos estoy trabajando y me he puesto una meta: Terminar el libro en treinta días (según Writers Digest es posible siguiendo unos trucos). Pensé comenzar el reto hace una semana y media atrás, pero hay prioridades en la vida como mis hijos. ¡Así que el reto comenzó en el día de ayer! Tal vez se haga hoy y los proximos días un poco tedioso por el mero hecho que tendré a mis hijos conmigo estos cuatro días a todas horas; días feriados y libres (contando el fin de semana) que lamentablemente son parte de la vida diaria. Mi hija está súper contenta con ellos. Bueno, pónganme en sus oraciones y envíen deseos positivos en mi camino para lograr lo que categorizo como un reto que me quemará las neuronas y me mantendrá caminando en las nubes.
Lo que haces
Naufraga mi alma en tus enfermizos
sentimientos con los que flagelas mi paz mental.
Esos que arrebatan la serenidad de la tuya
y encienden la hoguera de tu exasperación.
Mi anatomía se siente fría, en sequedad.
Inerte ante tu partida, doy quejas en las ondas
sonoras que se internan en el canal auditivo
de aquellos simpatizantes de mis emociones.
Cambias como los tiempos, pero a todo galope.
Impulsiva como la marea, tauro indomable.
Castigas sin compasión y te duele el castigo.
Azotas con dura lengua, más no aguantas al recibir.
Te llevo en el corazón clavada con lo bueno
y con las penas que has traído a mi existencia.
Rozándote como a la seda, así es nuestra unión.
Soñando con la sonrisa en tu rostro moreno.
¿Dónde estás? ¿No sabes que me asesinas cada
segundo que fluye de éste presente que a carne viva
me impones en vivir? Dama perfumada de egoísmo,
¡no me bañes de tu esencia para hacerme sufrir!
Apacigua tu interior, derrama torrentes en la
soledad que anhelas, pero vuelve. Repasa
los estudios pasados de tu voz a mis neuronas,
a mi espíritu, y halla en ellos el consuelo.
What you do is a poem inspired by an incident which occurred suddenly and threw me to express myself in poetry, to draw from within what I felt. Silent words that could not be spoken at that moment, but I dare to make them known now. It’s just an inside relief, just that.
If I have not been with you a more often, and I hope you enjoyed the first part of ‘Oshmdwa’s Children’ is because of work. No, I have not joined the working world many of you belong to including my beloved Honey, but that of literature. I received great news about the book in which I am currently working and I have set a goal: Finish the book in thirty days (according to Writers Digest is possible by following a few tricks). I started the challenge a week and a half ago, but there are priorities in life like my children. So I began the challenge yesterday! Maybe today and the next days will be a little tedious by the mere fact that I will have my children with me full time, these next four days, holidays and a free day (including the weekend) are unfortunately part of everyday life. My daughter is extremely happy with them. Well, put me in your prayers and send my way positive wishes to get, what I categorize as a challenge that will burn my neurons and send me walking amongst the clouds.
What you do
My soul sinks in your sickly
feelings that flagella my peace of mind.
Those who snatch the serenity of your own
and light the fire of your exasperation.
My anatomy feels cold, dry.
Inert before your departure, I complain to the waves
sound that go into the ear canal
of those supporters of my emotions.
You change as the time, but at full gallop.
Impulsive like the tide, indomitable Taurus.
You punish without mercy, but punishment hurts you.
Your tongue whips with hard words, still cannot withstand to receive.
I have you nailed in my heart with the good
and the sorrows that you brought to my existence.
I struck you as silk, this is our relation.
Dreaming of a smile on your light dark face.
Where are you? Don’t you know kill me with each
second that flows of this present that raw skin
you impose me to live? Lady perfumed in selfishness,
don’t bathe me in your essence to make me suffer!
Appease your inner self, pour torrents of
solitude that you crave, but return. Review the
past lessons of your voice that linger in my neurons,
my spirit, and find in them comfort.