Una reciente visita a los terrenos cercanos al Fuerte San Felipe del Morro, sirvió de inspiración para la consigna del miércoles pasado. Fue un día de diversión, de amigos y de sol. Aún llevo en la piel la marca rosada de ese día. Aquí les dejo lo escrito, que lo disfruten ;). Gracias por visitar.
Se ensanchaba la tierra forrada de grama torturada por el candente sol y las pisadas humanas, sino fuese por el antiguo fuerte y sus extremidades robustas, se desparramaría sobre el líquido turquesa y salado que le rodea y sirve de plataforma naval. En el maremoto acústico navegaban el resultado jovial de cientos de cuerdas vocales. Se inhala alegría infantil y adulta, y el aire… El aire cálido sabe a sal. La cúpula celeste es revestida por una explosión colorida de chiringas que surcan con gracia y desde la planicie terrenal la mano siente la tensión que ejerce el viento y lucha contra ella.
Hasta la próxima y recuerda de la inspiración a la palabra escrita .
A. R. Román