No hablo de mi esposo ni menos de Robert Downey Jr., en su brillante papel de Tony Stark. Me refiero a ese personaje con el cual los niños se apegan como parte de esas etapas de crecimiento. Mi hijo, que cumple próximamente tres años, tiene una afición con los súper héroes de Marvel. Recientemente, tras ver la más reciente película y haciendo a un lado, pero no por completo más bien para compartir su admiración, a Spiderman; tiene guille, como decimos los puertorriqueños cuando nos referimos a una persona que se cree alguien en particular, de Iron Man. Esto trae una sonrisa en el rostro de mi esposo al ser éste su súper héroe favorito.
Por las mañanas me sorprende, cuando al levantarse está en “Iron Man mode”. Camina erguido, sin expresión alguna en su rostro y parado frente a mi escritorio anuncia su llegada: “I’m Iron Man”. Sonrío y le doy los buenos días, pero mi Iron Man no contesta. Así que le ofrezco una farina para energizarlo y él responde con un robotizado “Yes”.
Nunca pensé que mis hijos crecerían bajo la sombra de los súper héroes de mi era. Bueno hay que admitirlo, estos son mejores y los efectos especiales son de primera y cautivan a cualquier pequeño de esta tecnológica era. En realidad son inmortales, aunque sean presentados con naturaleza humana como la base de sus inicios, traspasarán las delicadas líneas del tiempo y serán reinventados una y otra vez.
Yo gozaba con ellos todas las mañanas de mi niñez; mis hijos, casi todos los días gracias al cable tv y sus cientos de canales no existentes en el cable tv de mi época. Algunas cosas nunca cambian, y mis pensamientos se trasladan a esos días en que yo entraba en mi súper héroe mode. En mi rostro se pinta una sonrisa, y mi hija, quien también disfruta de ellos y desea ser Torunn, me pregunta: “¿Qué súper héroe me gustaba cuando tenía su edad?
Hmm! Esos eran buenos tiempos, cuando solo jugaba a salvar el mundo con mi colección de She-Ra. La respuesta me eludió por varios segundos y comencé a hablarle de aquellas que ella conoce como Wonder Woman, Bat Girl, Súper Girl; y las que desconcé como Cheetara y GI Joe’s Scarlett.
La niñez nunca se pierde, y es obvio que la mía me visita nuevamente a través de mis hijos. Aunque no vives como yo, o quizás sí, con Iron Man en tu hogar; ¿cuál súper héroe dormita en tu alma?
Alexandra