Deja fluir las ideas y no pienses, tan solo oprime las teclas y déjate ir sin darle importancia a los errores, al crítico interno, a la concordancia. Para arreglar todo eso hay otro tiempo, por ahora: ¡Oprime las teclas! Libera la pasión interna.
Nos leemos pronto y recuerda de la inspiración a la palabra escrita, ¡a escribir!