Cuando ese momento esté
a la lumbre de mi existencia,
tu sombra colapsará la mía.
Respondidas serán las palabras escritas
antes ignoradas, y los timbres no
volverán a pasar por desapercibidos.
Ante la aurora de ese momento,
al florecer labial del nombre propio
cuando la atención te orbite; cree relaciones
potenciales de seres desconocidos;
proporcione espacios indisponibles en
situaciones antes adversas; y la
necesidad se planeé por la brisa
tenue de la hipocresía. Allí estarás, estarán.
En el momento, cuando mi agradecimiento
por el mismo es alto, la esencia de mi
existencia será cubierta por tus halagos;
por la presencia incondicional; por la importancia
a las necesidades; y por una sombría exploración
de una relación que iguale vanagloria.
En el momento en que mi nombre
conjure lo deseado por algunos te veré venir.
Les veré venir.
Compañía primordial de lo deseado,
tratando de conseguir la luz que
ilumine tu sombra, sus sombras.
Como la experiencia de la vida da sabiduría,
reconozco las intenciones y las leo en sus pupilas
y las reconozco en la sonrisa santurrona.
Mi guardia será mi armadura, mi fe me escuda,
estoy preparada para cuando el momento llegue.™
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