Dos palabras perdidas en la oscuridad nocturna al pernoctar. Susurradas al oído en un enlace íntimo. Entrelazadas en el carmesí carnoso de nuestras fauces. Dos palabras que son catalíticos de
Dos palabras perdidas en la oscuridad nocturna al pernoctar. Susurradas al oído en un enlace íntimo. Entrelazadas en el carmesí carnoso de nuestras fauces. Dos palabras que son catalíticos de