El comer pomarrosa me transporta a mis días juveniles en el pueblo de las flores, Aibonito. Cuando antes de jugar en el campo saqueábamos, mi hermano y yo, el palo
El comer pomarrosa me transporta a mis días juveniles en el pueblo de las flores, Aibonito. Cuando antes de jugar en el campo saqueábamos, mi hermano y yo, el palo