#escribo Una cita en el Bronx

Una cita en el Bronx

Durante este pasado fin de semana estuve por el Bronx. No, no fuí a pasear, bueno me disfrute una salidita a City Island Lobster House donde nos trataron como princesas. Fuí a presentar por primera vez a Obsesión, Ascensión Divina 1, a los Estados Unidos. Participé del evento National Puerto Rican Artisans Fair and Book Expo que es organizado por Comité Noviembre y auspiciado por PRIDA. Para ser mi primera vez presentando y firmando mi libro estuvo espectacular. Una experiencia que nunca olvidaré y de la que aprendí mucho y conocí gente especial y talentosa.

Les cuento que antes de montarme en el avión, tuve mis reservas. Mas mi esposo y una amiga me dijeron tírate, arriésgate. Así que para saber un poco más del evento contacté a Raquel Santiago, una diseñadora de prendas y mi querida cuñada, quería saber si ella conocía sobre el evento. Me indicó que no, pero en el mismo mensaje me dijo, vamos. Luego de pensarlo dos veces al no tener mis libros disponible, porque no me habían llegado, le dije vamos. Raquel me auspicio el viaje y como cosas que deben suceder, porque Dios siempre nos cuida, mis libros llegaron dos días antes de montarme en el avión.

Allí estaba yo, la nueva cara en el Bronx loca por que conocieran mi libro Obsesión. Nunca he participado de un evento como ese. La diáspora llevaba la pasión de ser puertorriqueños a flor de piel. Lo daban a demostrar en su arte, en su ropa, en sus conversaciones, cuando leyeron parte de sus libros, en sus canciones. Fue un orgullo para mí ser parte de ese momento histórico que da a conocer a la comunidad del Bronx, Nueva York, a Puerto Rico a través de su arte y libros.

A Obsesión le conocieron, siendo solo algunos de ellos quienes se lo llevaron a sus casas. Le di a conocer y me di a conocer. Salí de allí una persona diferente al crecer y aprender de este evento y haber compartido con tan talentosos escritores. Mi compañera de mesa, Yolanda Alvarez, autora de No Excuses, fue una de ellas. La llevo en el corazón por su cariño y darnos, a Raquel y a mí, su amistad.

Sonrió de tan solo pensar en los momentos vividos, como ese de conocer a mi primo Héctor por primera vez. Sí, lloré. No me pude aguantar.

Les dejo a continuación un surtido de las fotos que tomé y me tomaron en el evento. Espero las disfruten. Un abrazo, mis amores.

Alexandra

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